El pasado 17 de enero, migrantes hondureños intentaron cruzar la forntera con Guatemala pero fueron contenidos por las fuerzas de seguridad guatemaltecas. Foto AFP.


La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) pidió este jueves evitar el uso de la fuerza "injustificada o excesiva" para detener los flujos migratorios, tras la represión en Guatemala de una caravana de migrantes hondureños que iba a Estados Unidos.

La OIM, perteneciente a las Naciones Unidas, llamó en un comunicado a "que no se emplee fuerza injustificada o excesiva contra ningún migrante, solicitante de asilo o refugiado durante las acciones de control migratorio, policial o sanitario".

El documento es firmado por la estadounidense Michele Klein Solomon, directora regional para Centroamérica, Norteamérica y el Caribe de la OIM.

Una caravana de miles de migrantes que ingresaron el viernes pasado a Guatemala fue disuelta el lunes por un contingente de policías y militares que usaron equipo de choque y gas lacrimógeno en el poblado de Vado Hondo, en el departamento oriental de Chiquimula, fronterizo con Honduras.

Las fuerzas de seguridad, que el domingo habían contenido a palos a los migrantes, tenían la orden del presidente Alejandro Giammattei de frenar su avance ante el riesgo de contagios de covid-19. Las acciones dejaron uniformados y migrantes heridos.

Migrante herido en el rostro en enfrentamiento con fuerrzas de seguridad. Foto AFP


Según datos actualizados del Instituto Guatemalteco de Migración, la caravana fue integrada por unas 7.500 personas y cerca de 4.500 ya fueron retornadas a Honduras.

El resto se dispersó en el país y continuaban los operativos en carreteras para interceptarlos; unas decenas lograron llegar a la frontera con México con escasas opciones de continuar la travesía.
Pedimos a los migrantes que hagan todo lo posible por respetar y cumplir las leyes de migración, así como las órdenes legales del personal encargado de hacer cumplir la ley". añadió Klein.

Los miembros de esta última caravana aseguraban que huían de la pobreza, violencia y de la crisis dejada por el paso de dos huracanes en noviembre.

Decían además estar esperanzados en una flexibilización de las condiciones migratorias con la llegada de Joe Biden al poder.